Colombia merece líderes que dejen su arrogancia a un lado y construyan sobre lo construido. Líderes que le sirvan a los ciudadanos y no que busquen que los ciudadanos estén al servicio de sus intereses partidistas o políticos.
Colombia merece líderes que dejen su arrogancia a un lado y construyan sobre lo construido. Líderes que le sirvan a los ciudadanos y no que busquen que los ciudadanos estén al servicio de sus intereses partidistas o políticos.