Una modalidad de estafa que está afectando a cientos de conductores en Bogotá y otras ciudades del país es el famoso robo que se hace con pinchazos. El modus operandi es así: los delincuentes botan puntillas en el suelo o pequeños tubos de acero que se clavan en las llantas de los carros. Esto obliga a las personas a orillarse y en ese momento es cuando alguien se les acerca y les aconseja un montallantas cerca.
En algunos de esos sitios les cobran precios muy elevados argumentando que el daño es muy grave. Así son varios los ciudadanos que a diario terminan siendo estafados.