En una sociedad tan polarizada e irascible, urge apaciguar los ánimos. Por eso constituye un acierto la campaña denominada ‘Bajemos el tono’, encaminada a la buena convivencia en las redes sociales, en todas, que viene realizando el Ministerio de las TIC, en cabeza de David Luna.
Allí, donde muchas veces no se mide el valor de las palabras o el daño causado por estas en una sociedad que cada día usa más los medios digitales, es clave buscar poner a circular el civismo.
Las redes se han vuelto un campo minado de insultos y comentarios destructivos. Seguramente, en parte, como reflejo de esa intolerancia que lleva a que las cifras de riñas y muertes se eleven tanto cada año. Según el ministro –en columna publicada por este diario el sábado–, en una gran encuesta TIC, el 79 por ciento de los colombianos accedieron en el último mes a las redes sociales. De estos, el 47 por ciento dijeron haber sido víctimas de abusos en línea y el 72 por ciento, haber sido testigos de ataques a otros usuarios.
Lo ideal es que el agua venga pura desde el nacedero. Por eso hace bien el Mintic en dirigir la campaña a los jóvenes, quienes deben ser guardianes del respeto. Y fue oportuno que el pasado primero de julio, en el multitudinario escenario de Rock al Parque, en Bogotá, tuviera lugar el lanzamiento de dicha campaña, pues allí estaban los mayores usuarios de las redes.
Claro, no se trata de evitar el debate y la controversia, tan indispensables, pero que deben hacerse con respeto por el otro y por sus ideas. Por eso, la misión de los jóvenes es que cuando vean que se calientan los ánimos y se llega al insulto, den un clic al frente para decir “bajemos el tono”. Pueden echar mano de la página www.bajemoseltono.com, donde hallarán herramientas como memes, imágenes, ‘stickers’ y en la cual ya hay personajes de diversas profesiones que la respaldan, entre ellos Andrés López.
Quizás con estas iniciativas, y todas aquellas encaminadas al mismo propósito, que deben ser masivas y sostenidas, por fin la inmensa mayoría de usuarios de las redes entiendan el poderoso medio que tienen como vehículo de intercambio, de información y debate, si saben usarlo. Y tal vez por esta vía se llegue a sembrar algo de tolerancia y urbanidad.
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