El vicepresidente de Colombia, Óscar Naranjo, lideró hoy la segunda y última jornada de trabajo entre delegados del Ejecutivo, autoridades y dirigentes de La Guajira, departamento fronterizo con Venezuela, para evaluar los planes emprendidos por el Gobierno en esa región del norte del país.
Naranjo estuvo acompañado por los ministros de Educación, Yaneth Giha; de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), David Luna; Salud, Alejandro Gaviria; Agricultura, Aurelio Iragorri, y otros funcionarios en una reunión que congregó a delegados de 35 entidades del Gobierno.
El vicepresidente, un general retirado que en 2010 fue catalogado como el «mejor policía del mundo», atendió igualmente a dos grupos de manifestantes que se agolparon a las afueras del recinto que albergó la denominada jornada de «Gobierno en las Regiones».
A su llegada, el funcionario anticipó que ese ejercicio tenía el «doble propósito» de rendir cuentas sobre las acciones implementadas por el Gobierno y «llenarse de energía» al conocer de primera mano las inquietudes de los habitantes de esa región, afectada en los últimos años por intensas sequías y la desnutrición infantil.
«La Guajira está llamada a brillar con luz propia en el Caribe», resaltó el funcionario, en una reunión a la que acudieron alcaldes de la región, el gobernador encargado de La Guajira, Weildler Guerra, así como a diferentes líderes sociales y empresariales.
En su intervención, Guerra señaló que La Guajira «tiene un conjunto de conflictos, algunos de los cuales tienen su origen en el surgimiento mismo de la República», y otros con coyunturas como la que viven en su relación con Venezuela, país con el que colinda y con el que comparten la convivencia de los indígenas wayúu.
El funcionario mencionó entre las problemáticas que alrededor 70.000 niños de esa zona no se encuentran actualmente en clases, y la mortalidad infantil, aunque aclaró que ese departamento ya no lidera las estadísticas del país en ese tema.
Al referirse a la situación de Venezuela, advirtió que los ha «golpeado» y consideró que esto los «obliga a dar salidas creativas» en lo relacionado con el comercio o la reducción del combustible que se recibía del vecino país.
«Lo que La Guajira quiere es justamente insertarse dignamente en la vida de la nación, solucionar sus problemas históricos y encontrar el camino para el bienestar», apuntó el gobernador, que fue secundado por los alcaldes en los pedidos de mayor inversión del Gobierno central.
Guerra fue nombrado en febrero pasado por el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, después de que se ordenara la detención del gobernador titular por presuntas irregularidades en su campaña electoral.
Por su parte, Naranjo destacó como «lo fundamental» de la jornada que se haya hecho «un repaso» de temas «críticos», como el acceso al agua, la seguridad alimentaria, la salud, la educación, el agro, la gobernabilidad, la empresa privada y su vinculación con el desarrollo de la región.
También defendió la decisión del Gobierno de decretar en febrero pasado la intervención en la prestación de los servicios de educación, salud y agua potable, al indicar que la medida «tiene carácter excepcional» y es «transitoria».
«El pasado de sufrimiento en esta región debe ser sustituido por una visión de esperanza y derrotar al miedo, para que sea la confianza construida sobre hechos tangibles en la construcción de un país que ponga en marcha y haga realidad los propósitos de equidad, seguridad y educación», añadió.
Según cifras del Gobierno, entre 2015 y 2017 la cobertura en programas de seguridad alimentaria en la región pasó de beneficiar a 14.277 a 30.272 hogares, mientras que el acceso al agua creció de 22 a 34 %, con 56.664 personas beneficiadas.
Además se atendieron entre 2014 y 2017 un total de 52.596 menores de cinco años con desnutrición, de los cuales 1.966 presentaban desnutrición aguda.