Para que los niños y jóvenes de la ciudad tengan una educación de mejor calidad y dejen de ser víctimas de la inseguridad y la violencia
BOGOTÁ, marzo 03/11.- En compañía de padres de familia de varias localidades de la ciudad, el candidato a la Alcaldía de Bogotá David Luna, presentó el primer componente de su propuesta para mejorar la calidad de la educación en la ciudad y reducir de los índices de violencia y delincuencia en los niños y jóvenes bogotanos.
Se trata de la JORNADA ESCOLAR ÚNICA, que será implementada de forma gradual en escuelas y colegios para que los escolares de todos los estratos aprovechen mejor su tiempo libre y permanezcan ocho horas en la escuela y no solo cinco, como sucede hoy en la mayoría de planteles educativos de la ciudad. No en vano, recordó David, el esquema de media jornada ha sido exitoso para mejorar la cobertura educativa, pero ha incidido de forma negativa en la calidad.
A esa conclusión llegaron el candidato y un equipo de expertos después de analizar los resultados de desempeño estudiantil en las pruebas académicas internacionales como la TIMMS y la PISA[1], las cuales, en una escala de 1 a 5, ubican a Colombia en el cuarto y quinto nivel a nivel mundial.
“No existe ningún país desarrollado que use un esquema de doble jornada en su sistema de educación pública. Todos los países que escogen la doble jornada, como hoy en Bogotá, se ubican en los niveles más bajos de desempeño educativo”, dijo David. Adicionalmente, recordó que países como Singapur y Corea del Sur iniciaron sus procesos de transformación social y económica a través de un fortalecimiento del sistema educativo nacional a través de la jornada única.
Y es que la jornada única garantiza una exposición apropiada de jóvenes y niños a un mejor ambiente educativo, mejora la calidad del aprendizaje al lograr un incremento del 100% en el número de horas de trabajo escolar con respecto al esquema actual y mantiene a los menores una mayor parte del tiempo bajo la tutoría de una entidad responsable que los protege de riesgos.
David insistió en que el esquema propuesto posibilita el uso saludable y creativo del tiempo libre de niños y jóvenes mediante la participación en actividades lúdicas, deportivas, culturales y artísticas. “Por si fuera poco, en los casos en que se promueve que niños y jóvenes de todas las condiciones sociales accedan a la jornada escolar única, se promueve la productividad laboral al permitir que madres y padres de familia accedan al mercado laboral con más facilidad y trabajen tiempo completo”, dijo.
En materia de seguridad, el candidato señaló que la jornada única evita la exposición de los escolares al reclutamiento por parte de bandas delincuenciales y aleja a los menores de los peligros propios de la calle como la violencia, las drogas y el maltrato. En el caso bogotano, recalcó que es evidente que el nivel de escolaridad de los ciudadanos en Bogotá está relacionado con la posibilidad de ser víctima de una muerte violenta. Según cifras de medicina legal y la Policía Nacional en Bogotá cerca del 50% de las víctimas de homicidio tiene la educación primaria como grado máximo de escolaridad y el 40% de estas víctimas contaba como grado máximo de educación la secundaria.
En términos presupuestales, la implantación de la Jornada Única en los en colegios distritales, que atienden más de la mitad de de los cupos de educación primaria y secundaria de la ciudad, implica una serie de inversiones y esfuerzos significativos que representan un desafío importante para el Distrito. Por eso, la propuesta debe ser un proceso gradual acompañado de financiación para más y mejor infraestructura, crecimiento de la planta de docentes y un aumento en las remuneraciones de los maestros. Así mismo, de una mayor dignificación de la profesión docente, esto implica profesores mejor pagados y más capacitados. “Pero el largo plazo no es disculpa. La ciudad necesita, hoy, empezar una revolución educativa, ligada a la prevención de temas de seguridad”, concluyó el candidato.
[1] La prueba TIMMS (Trends in International Mathematics and Science Study) es manejada por el Departamento de Educación de los Estados Unidos en asocio con el Instituto de Ciencias de la Educación, mientras que la prueba PISA (Program for International Student Assessment) fue desarrollada por la organización para el desarrollo y la cooperación económica (OECD por sus siglas en inglés).
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