Bogotá D.C., Enero 14 de 2011. El experimento efectuado por las autoridades distritales durante los últimos días en donde de forma intempestiva eliminaron una medida de alto impacto en lo que se refiere al tráfico vehicular parece una jugada mezquina para lograr legitimar el pico y placa de 14 horas al día así como de ambientar una nueva expansión del mismo para los sábados.
¡Pero nada más equivocado que considerar el Pico y placa como medida única para solucionar los problemas de movilidad de la ciudad! El pico y placa ha fracasado monumentalmente en su propósito de desincentivar el uso del vehículo privado (el número de vehículos se ha duplicado desde la implementación original de la medida en 1998) mientras ha sido un agente motivante del impresionante crecimiento del número de motocicletas que circulan por Bogotá (esta flota se ha cuadruplicado en los últimos cinco años).
Mientras tanto, en la interminable discusión del Proyecto Metro, los numerosos inconvenientes de dicho proceso y en el contexto de una muy baja capacidad de gerencia pública en lo que se refiere a contratación y seguimiento de obras civiles, nos quedamos supremamente rezagados en la expansión del Sistema TransMilenio. Para dicho sistema ya deberíamos estar en su cuarta fase de implementación, con obras 100% culminadas en la expansión de las troncales de la Calle 80, Autopista Norte y Avenida Caracas y con procesos avanzados de construcción en las troncales de la Calle 63, la Avenida Boyacá y la Calle 170.
Así mismo, dados los numerosos escándalos de corrupción que hemos presenciado se nos ha pasado el tiempo en discusiones que empezaron con la controvertida adjudicación del contrato del sistema de semaforización de la ciudad en el 2008 y que hoy continúan con las obras de la Calle 26 y los efectos del Grupo Nule. Todo esto en el contexto de una ausencia total de capacidad en la gestión de tráfico por parte de las autoridades competentes.
El candidato a la Alcaldía David Luna, hace un llamado a que la Administración Distrital destape sus cartas y ponga sobre la mesa de forma clara y contundente sus intenciones de incumplirle nuevamente a la ciudadanía una de sus promesas al perpetuar el pico y placa de 14 horas y ampliar su aplicación para los fines de semana. “Nada sería más inconveniente para la ciudad que tomar una medida como la de declarar permanente el pico y placa diario”, insiste Luna.
Luna también insiste en que los enormes trancones de la semana pasada pusieron en evidencia la derrota de la política de movilidad en la ciudad en donde, en lugar de hacer obras de infraestructura, mejorar y ampliar el sistema de transporte público y reducir los tiempos de viaje mediante una gestión de tráfico efectiva; nos vemos limitados al círculo vicioso y perverso de expandir las medidas de restricción vehicular con el único resultado de fomentar la compra de más automotores.
En lugar de esto, la política de movilidad a mediano y largo plazo debería estar enfocada en que el pico y placa no fuera necesario, tal y como es el caso en virtualmente todas la ciudades del mundo industrializado en donde las tasas de motorización son muy superiores a las de Bogotá. El problema no es un exceso en el número de carros sino en quienes han tenido las riendas de la ciudad durante los últimos años. Necesitamos nuevos tiempos para la movilidad de Bogotá.
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“LA ADMINISTRACIÓN DISTRITAL ESTARÍA BUSCANDO LEGITIMAR LA PERMANENCIA DEL PICO Y PLACA DIARIO”: DAVID LUNA