Sábado, 20 de Junio de 2009 18:44
- David Luna calificó como vergonzosa la decisión del Congreso de aprobar la reforma política.
- Para Luna, esta reforma no castiga las relaciones entre los políticos y los grupos armados ilegales, ni tampoco fortalece a los partidos.
- “Se hizo una reforma a la Constitución pensando en las elecciones de 2010 y no en las futuras generaciones de colombianas y colombianos”.
- Con la nueva Reforma política, los Congresistas –más no los Diputados, Concejales y Ediles- tendrán una gabela especial para cambiarse de partido y se autorizará la doble militancia, ya que el militante de una colectividad podrá apoyar a candidatos de un color político distinto.
Como un “adefesio”, calificó el Representante David Luna la reforma política que acaba de aprobar el Congreso de la República.
“A los colombianos nos ofrecieron una Reforma con la que se buscaba castigar ejemplarmente la Parapolítica y la Farcpolítica y, de paso, fortalecía la institucionalidad partidista, tan golpeada por estos escándalos. Pero en realidad nos vendieron otra cosa. El texto que hoy aprobaron las mayorías parlamentarias, auspiciadas por el gobierno, es un monumento a la politiquería”, puntualizó el parlamentario.
A juicio de David Luna, los partidos tradicionales, auspiciantes de la Reforma, pasaron de agache en el tema de las sanciones a las colectividades con miembros vinculados con el terrorismo y el narcotráfico y dejaron sentadas las condiciones para que “sean los capos del crimen los principales electores en los comicios del año 2010.”
Pero además, la Reforma debilita a los partidos, al autorizar que los congresistas cambien de partido sin perder la curul y que no se deba guardar fidelidad a la hora de apoyar candidatos.
“Acá lo que se hizo fue constitucionalizar el transfuguismo y la cultura del palancazo. Si se hubiera tenido una intención seria de fortalecer a los partidos, se habría exigido la democratización interna de los mismos por intermedio de las consultas populares. Además, se habrían creado mecanismos de discriminación positiva para garantizar la participación política de la mujer y se podrían generar garantías para la participación de los jóvenes y de los independientes. Pero acá no hubo nada de eso. En realidad, esta enmienda constitucional se hizo con un ánimo retardatario y antidemocrático”, concluyó Luna.
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