Apreciados colombianos:

Lo que vimos ayer es apenas el inicio de una relación cada vez más tensa con Estados Unidos. Este presidente busca excusas para provocar turbulencias con nuestro principal socio comercial. Tal vez a Petro le convenga romper con Estados Unidos, pero no a los colombianos ni a nuestras empresas y trabajadores. A él le conviene, porque quiere presentarse como una víctima: que lo bloquean, que lo atacan, que no lo dejan gobernar. ¿Y todo esto para qué? Para quedarse en el poder.

Hoy, el cinismo con el que celebran esta crisis supuestamente superada es indignante. Hablan de “victoria”, de “trabajo en equipo”, pero el rompimiento total con Estados Unidos sigue estando a un trino de distancia. La estrategia está clara: guerra interna, narcotráfico desbordado, nuevos aliados y sanciones económicas, todo bajo una falsa bandera de “dignidad colombiana”. Petro fue capaz de lo que vimos ayer, y no hay duda de que será capaz de más. Si no entendemos lo que está en juego, el país corre el riesgo de caer en un retroceso histórico e irreversible.

Hoy anuncio mi renuncia al Congreso y al partido en el que he militado, con la firme convicción de que Colombia necesita nuevos liderazgos, ideas frescas y una visión que nos una en vez de dividirnos. Quiero aspirar a la Presidencia de la República, por supuesto si mi nombre y mis ideas son necesarias para construir un país mejor. Y en aras de ser transparentes lo hago hoy para no incurrir en ninguna inhabilidad en el futuro y por supuesto para que nadie pueda decir que estoy haciendo campaña con los impuestos de los colombianos.

Nuestro compromiso es garantizar que haya elecciones libres, que las instituciones se fortalezcan y que Colombia recupere el optimismo. No podemos quedarnos de brazos cruzados. Desde hoy, asumiré la tarea de vigilar, denunciar y bloquear cualquier intento de reelección disfrazada, evidenciando la corrupción que podría usarse para perpetuar este gobierno, un Frente ciudadano contra la reelección y la tiranía.

Servir en el Congreso fue un honor, pero ahora es el momento de abrir los ojos de los colombianos. Este gol de la reelección no nos lo van a meter. Colombia tiene un camino de progreso por recorrer, y no permitiremos que se lo arrebaten.

David Luna